Es por los embotellamientos que se generan.
A nivel tránsito vehicular, la entrada y salida de los chicos al colegio suele ser caótica. Autos en doble fila, peatones que cruzan mal y conductores que no respetan las normas básicas. Para ordenar ese momento crítico ya está en funcionamiento un proyecto de la Secretaría de Transporte porteña.
El programa Sube y Baja está en modo de prueba en tres colegios de la ciudad de Buenos Aires. Tiene el objetivo de ordenar el tránsito durante la llegada y la salida de los chicos, y el plan es que se extienda a cien instituciones educativas.
La Nación reveló hoy que en las primeras cinco semanas de clase las dobles filas se redujeron en un 100%. El mes próximo se implementará en otras diez escuelas. La prueba piloto comenzó a fin del año pasado.
Cómo funciona
-Se organiza la entrada y la salida según el medio de transporte. Se divide en tres grupos: transporte escolar, quienes asisten caminando o en bicicleta y autos particulares o taxis.
-Hay colaboradores que ayudan a los niños a ingresar y egresar de la institución. También ayudan en el regreso de esos autos al flujo del tránsito.
-Para la llegada, una demarcación con pintura amarilla indica la zona por donde ingresan los vehículos escolares y particulares. Va desde la esquina hasta la puerta del colegio.
-A medida que se acercan a la puerta un grupo de colaboradores con chaleco reflectivo ayuda a los chicos a bajar. Las mochilas no deben estar en el baúl y el conductor no debe bajar del auto.
Para la salida, se respeta el grupo al que pertenece cada chico (transporte escolar, a pie o en bicicleta y auto particular). Hay horarios para cada grupo, con diferencias de 10 a 20 minutos. Cada auto tiene una ficha de identificación y un colaborador lleva al chico desde el colegio hasta el auto.